Estropajos de baño a $300 wtf
¿Qué pensaste cuando viste que ZARA vendía un estropajo (esponja de baño) por 300 pesos?
¡Claro! Todos sabemos que podemos encontrar el mismo artículo en muchos lados y por un precio mucho menor, la mayoría nos indignamos y se nos hizo muy pasada de lanza la acción, pero te invito a que hagamos una reflexión: ¿Cuántos artículos de marca tenemos a sabiendas de que podemos conseguir algo muy similar en calidad por un precio mucho menor?, como ropa, teléfonos móviles, zapatos, relojes, etcétera. Estoy seguro de que alguno de nosotros encontraremos en nuestros bolsillos o cajones, varios artículos con esta peculiaridad y no estoy libre de tirar la primera piedra.
Ese es el fenómeno de las marcas de lujo, y ese mismo fenómeno, monta de épocas muy remotas y ha sido tradicionalmente relacionado con la exclusividad, el status, glamour, aceptación y sentido de pertenencia; y respecto al tema del estropajo, aquí es donde está la falla, ya que difícilmente podríamos mostrar un artículo que se encuentra en un lugar tan personal como el baño.
Platicando con un amigo en días pasados sobre un tema similar, comentamos que, ojalá como consumidores, desarrollemos una inteligencia de consumidor, y no debemos confundirla con inteligencia del cliente que se utiliza como mera analítica en marketing, sino una inteligencia como clientes que nos permita tener una mejor valoración sobre los artículos que estamos consumiendo, un correcto balance precio-calidad y sobre todo una total coherencia personal en todos los sentidos, adquisitiva, moral y espiritual.
No estoy en contra de las marcas de lujo, pienso que está muy bien que existan, mas sí me latió mucho la idea de que como sociedad desarrolláramos la inteligencia como consumidores y que podamos escoger siempre las mejores opciones para nosotros sin dar tanto valor a las etiquetas.
Alan Esparza
Director Mellon